Miguel Sempere
Los sondeos a pie de urna de Sigma Dos, para RTVE y FORTA, y de GAD3 para ABC, fueron coincidentes. El de Sigma Dos tuvo un muestreo de 132.000 encuestas en 1.100 colegios electorales; una muestra amplísima que deja un margen muy bajo para el error. Y, sin embargo, los resultados fueron completamente distintos, sobre todo, en los escaños de Podemos. ¿Es posible? Imposible. ¿Tiene lógica sociológica? Ninguna.
Nunca se ha dado una distancia tan abismal entre encuestas a pie de urna, y menos con esa muestra tan amplia y los resultados. No se daba ninguna condición ambiental para que hubiera voto oculto. Y, sin embargo, la distancia entre las encuestas y los resultados parecen referirse a mundos distintos.
Las encuestas no se equivocan cuando todas marcan tendencias
Las encuestas pueden equivocarse, y de hecho se equivocan, dentro de ciertos márgenes de error y, desde luego, si son sometidas a cocina, pero no cuando marcan tendencias, cuando todas coinciden en ciertas líneas; eso establece una especie de consenso sociológico, que indica acierto en la foto de la sociedad. Todas las encuestas, incluidas las de la fruta andorrana, homenaje a la prohibición legal de hacer sondeos públicos en la última semana, han sido coincidentes en algunas tendencias: descenso del PSOE y de Ciudadanos; posible ligero ascenso del PP y claro ascenso de Podemos. Recordemos las horquillas de la macroencuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas: 118-121, PP; 88-92, Unidos Podemos; 78-80, PSOE; 38-39, Ciudadanos. El CIS llegó, por ejemplo, a clavar el resultado del PSOE en Andalucía: 20 diputados.
Dos empresas nada sospechosas de simpatías hacia Podemos
Los dos sondeos a pie de urna fueron realizados por dos empresas nada sospechosas de simpatías hacia Unidos Podemos y para medios aún menos sospechosos de simpatía alguna hacia esa formación política. GAD3 la realizó para ABC y está presidida por Narciso Michavila, hermano del exministro de Justicia, José María Michavila, y es una empresa que ha trabajado habitualmente para el PP.
Según el sondeo de elecciones generales elaborado por Sigma Dos para RTVE y FORTA, en base a con 132.000 encuestas en 1.100 colegios, el PP ganaba el 26-J con el 28,5% de los votos, lo que se traduce entre 117 y 122 escaños. Según esta encuesta, el PP mantiene su porcentaje de voto pero podría perder hasta seis escaños de los 123 que logró en diciembre. Como segunda fuerza política daba a Unidos-Podemos con el 25,6% de los votos, los suficientes como para conquistar entre 91 y 95 escaños. En tercer lugar se quedaba Pedro Sánchez, con el 22% de apoyos, entre 81-85 escaños. Albert Rivera conquistaba el 11,8% de los votos, por lo que Ciudadanos se quedaba con entre 26-30 escaños.
Puede verse que Sigma Dos acertaba los resultados de PSOE y Ciudadanos con el margen de error normal o aceptable. Y fallaba estrepitosamente en lo referido al PP y a Unidos Podemos. ¿De verdad, fallaba?
Estos resultados son muy similares a los que ofreció GAD3 para ABC tras una encuesta telefónica, en la que los resultados alzaban igualmente al Partido Popular como primera fuerza política que ganaba las elecciones con el 30,4% de los votos y 121-124 escaños. Unidos Podemos era la segunda opción más votada (87-89 escaños y el 24,8% de los votos).
Tanto Sigma Dos, con su amplísima muestra, como GAD3, con técnica telefónica, coincidían en los resultado relativos a Podemos: 25,6%, Sigma Dos; 24,8%, Unidos Podemos. Una distancia dentro de una tendencia lógica.
En el recuento, Unidos Podemos desciende entre 3 y 4 puntos hasta el 21,1%, según esas estimaciones, coincidentes con las tendencias de todas las encuestas, incluida la del CIS, y también desciende en escaños, hasta los 71, que deja a esa formación, respecto al 20 D, en la simple suma de escaños de Podemos e Izquierda Unida. Nada del sorpasso, ni de lejos. Es como si entre los sondeos a pie de urna y los resultados hubieran pasado meses o años o hubiera actuado una mano negra digital.
En los anales de la sociología electoral, estamos ante un caso único. Digno de estudio por su sobresaliente extrañeza. Se sale del marco de la lógica. Algo huele mal.