AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Frente al capitalismo biomédico

Redacción




Sede de la farmacéutica Bayer. /Foto: blog.bayer.es.
Sede de la farmacéutica Bayer. /Foto: blog.bayer.es.

Joaquim Nabona. Médico

La llamada «ciencia» no es neutra, y apenas independiente, ni tampoco lo es la investigación científica. Hay toda una ideología motriz tras ella.

Hay ideas de muy diverso cariz. Las ideas son «luz», son energía, mueven la materia, el hombre y la sociedad.  Ello es especialmente visible en las llamadas «ciencias biomédicas» en donde tras «ellas» hay toda una determinada ideología, la hegemónica, con tantísimos intereses económicos en juego.

Y ello no es baladí, porque en los últimos 40 años estamos asistiendo a una realidad inexistente en los tiempos de Hahnemann, a saber, el auge del capitalismo biomédico (CPBM), la faceta biomédica de la ideología materialista-reduccionista.

Ello tiene una enorme trascendencia en la «biomedicina». Se refleja en su paradigma científico absolutamente reductor-material (químico-molecular, genético, celular, microbiano), en la mismísima educación médica, en la concepción de la causalidad, en la terapéutica médica y el dogma «contraria contrariis curentur«,… pero ¡también en la Homeopatía!

La ideología materialista|el poder económico va (casi) siempre por delante de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y obviamente por delante de la Ciencia que aspira al conocimiento de la Verdad.

¿Está la vigente Ley del medicamento en lo que concierne a los medicamentos homeopáticos al servicio del bien del enfermo necesitado de socorro sanativo, científico, eficiente y simple?

Desdichadamente, no.

Sólo está al servicio de los intereses económicos de la industria farmacéutica homeopática (IFH), que con su poder real consiguió que se redactase a su conveniencia  y aprobase en su día una determinada Directiva europea al respecto, totalmente contraria al espíritu de la Ciencia, a la simplicidad inherente al Principio de la similitud, y al de la Ciencia verdadera de sanar, que, luego, aquí acrítica y neciamente se emuló en forma de Real Decreto y de Ley.

NO TE LO PIERDAS:   Yésica Sánchez es una firma de insolvencia científica y manipulación irrestricta

 

[…], cuando escribes que «lo que la ley entiende por medicamento homeopático es una realidad más amplia, que nosotros no podemos ni debemos controlar» (sic), si no la controlamos nosotros, – y «nosotros» somos: los enfermos, los médicos, los profesionales de la sanidad, – desde nuestro espíritu, con nuestros conocimientos científicos -, los ciudadanos de a pie, nuestros representates reales por nosotros designados,… -, es decir, los destinatarios de la Ley, ¿en manos de quién  hemos de dejar su control? ¿En manos del poder económico, de la ideología del CPBM, que ha usurpado el monopolio de la «ciencia», y de su brazo operativo en el seno de la «homeopatía», la IFH?

Precisamente por haber dejado su control en manos de la IFH,  así está a día de hoy, en Europa y en España, el Arte y Ciencia verdadera de curar, fundada por Hahnemann,…