AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Felipe González, el amo del cortijo socialista

Redacción




Felipe González, la contratuerca de la casta para la gran coalición. /Foto: 20minutos.es.
Felipe González, la contratuerca de la casta para la gran coalición. /Foto: 20minutos.es.

Miguel Sempere

Pedro Sánchez es el secretario general nominal del partido socialista, pero quien es el amo el cortijo, quien manda realmente, es Felipe González.

Lo demostró cuando los barones, a su dictado, le cortaron las alas a Pedro Sánchez en el Comité Federal vetándole pactar tanto con el PP como con Podemos, obligándole a un penoso y prolongado harakiri público, con Albert Rivera de cortejo.

Felipe González, el de la cal viva, salió a batirse con Podemos, como un viejo abuelo se permite darle una colleja a un nieto díscolo. Antes, había salido la vieja guardia del baúl de los recuerdos –amortizados como José Luis Corcuera– a zurrarle la badana a los podemitas.

Este retorno del felipismo, como de tanto en tanto vuelven para la nostalgia los grupos del pop de los 70, iba más allá: la defensa de los privilegios amenazados de la casta. La política en España ha devenido en un negocio. Y a Felipe González le ha salido muy rentable, como lacayo de Carlos Slim y con las puertas giratorias. Por ejemplo, cuatro años y medio en el Consejo de Administración de Gas Natural que le reportaron 576.000 euros. Un pico por no hacer nada. Él mismo dijo que se aburría.

Y no sólo él, todo el felipismo goza de buena salud financiera. Sólo en Consejos de Administración de eléctricas están o han estado: Ángeles Amador (Red Eléctrica), Josep Borrell (Abengoa), José Domínguez Abascal (Abengoa), Braulio Medel (Iberdrola), Elena Salgado (Endesa), Pedro Solbes (Enel). Así que Podemos es el enemigo, quien cuestiona los status. Y mejor que el PSOE se debilite y vaya hacia el PASOK, que poner en riesgo las pensiones de oro, las bicocas de jubilados, y todo el bienestar que producen las puertas giratorias.

Felipe González es el amo del cortijo y a sus órdenes Susana Díaz, con su desparpajo cada vez menos atractivo por reiterado, que para eso la han puesto, y está casada con un tieso al que hay que mantener y dar cursos de formación. Y detrás Guillermo Fernández Vara y Emiliano García-Page, tiralevitas de Bono, al que mantiene sus privilegios de expresidente: coche oficial, despacho y sueldo.

¿Y va a permitir Felipe González, el

amo del cortijo, el multimillonario bon vivant actual que Podemos ponga en peligro el negocio, que es de lo que se trata? Felipe González es el seguro, la contratuerca de la casta para que nada cambie, el aval determinante de la “gran coalición” en ciernes.