Enrique de Diego
Carlos Delgado es la referencia máxima de la nueva y buena política localista. Portavoz de ULEG en el Ayuntamiento de Leganés, donde tiene seis concejales, fue aliado en las elecciones europeas que lanzaron a Albert Rivera. El pago fue la traición. Es, además, de un fino analista de la política, autor de un libro clarificador sobre el presidente de Ciudadanos.
– En su premonitorio libro “Albert Rivera es un lagarto de V” avanzaba que Ciudadanos se financia ilegalmente a través de las subvenciones a los grupos de concejales. Ya hay denuncias sobre la materia. ¿Le ha sorprendido el poco tiempo en que se le ha dado la razón?
En el libro denunciábamos la absoluta inmoralidad de ese proceder y teníamos nuestras reservas sobre que fuera legal, algo que empezaron a poner en tela de juicio desde dentro de C’s y diversos interventores y secretarios de ayuntamientos. En poco tiempo se están empezando a ver las costuras a este partido que sólo es impostura y vacío marketing. Y si lo que contamos en el libro no estuviera vetado y censurado por los poderes económicos y fácticos que controlan los mass media ya estaría C’s en proceso de disolución y cierre.
– Para que se entienda, ¿puede decirse que todos los grupos de concejales de España han de enviar las subvenciones municipales, en todo o en parte, a Barcelona? ¿Eso no es malversación de fondos públicos?
Barcelona actúa como metrópoli y los ayuntamientos de España son sus colonias a expoliar. El dinero que los vecinos de cada localidad pagan por los tributos municipales (el IBI, el numerito del coche, la tasa de basura…) está siendo gestionado por la central y para atender necesidades que desde el politburó de C’s decidan, como pagar los préstamos de campaña, según reza en su propia “carta ética” que obligan a firmar a los concejales. La verdad es que esa carta y la ética cuadran tanto como el agua y el aceite. Vamos, que el dinero del vecino de Zamora va a pagar los carteles donde Rivera luce músculo, no para las vicisitudes locales.
Y sí, malversación ética sin lugar a dudas, si tiene relevancia jurídica y/o penal lo determinará el Tribunal de Cuentas y la Justicia.
Aluvión de trepas y buscavidas
– Pudiera ser que quienes entran en las listas o los dirigentes en una localidad han entrado en Ciudadanos aceptando esa exigencia de trasvasar fondos públicos…
Como he comentado, firmaron una carta “ética” donde se establece esa obligación. Eran conocedores y muchos dieron la señal de alarma. Pero la entrada a modo de aluvión de tanto trepa y buscavidas en esta formación hizo que la mayoría no tuviera escrúpulo alguno y dijeran sí bwana a todo lo que dijeran desde Barcelona. Cs actuaba como franquicia y los grupos locales como entes franquiciados. Lo importante era subirse al carro de este negocio político-empresarial.
– Usted tuvo una relación estrecha con Albert Rivera y Ciudadanos en las elecciones europeas. Lo conoce bien. ¿Es un hombre de palabra? ¿Cumple sus compromisos?
Es un hombre sin escrúpulos. Soy de los que piensa que el mayor patrimonio que tiene una persona, y mucho más un político, es su palabra. Si no tienes palabra, si hoy dices A y mañana B, si traicionas acuerdos, compromisos, eres peor que una hiena. Lo más indignante es, además, que haya convertido el pacto como una especie de mantra, de fin en sí mismo y como único contenido del programa electoral. Un pacto en el que no cree. Ya tenemos experiencia sobre sus dolosos incumplimientos como el que suscribió con CAPI-Tercera Vía, porque lo de pactar siempre es una coartada para medrar y alcanzar su única aspiración: hacer de la política un untuoso modus vivendi para él y su tropa de mariachis.
Rivera es un mercachifle con muchas ínfulas y sin ninguna profundidad intelectual. Es un actor las 24 horas del día, frío, altivo y arrogante. Sí le reconozco su capacidad para ser un depredador político.
– ¿Cómo definiría o describiría a su entorno? ¿A los Girauta, Villegas, Hervias…?
Rivera se ha rodeado de una corte de aduladores y estómagos agradecidos que nunca se atreverán a decir que el rey va desnudo. Se aprieta el cinturón de la mediocridad, para así justificar su aurea mediocritas. Los colaboradores suelen ser medianías acomplejadas que han encontrado en la política y en la actual situación y contexto socioeconómico un chollo a través de un partido que, de manera camaleónica, puede transmutar su mensaje en función de la necesidad más utilitaria en el peor sentido dela palabra. Villegas es un maquiavelillo con barretina, Hervías es un fatuo que se llama a sí mismo “Sr. Lobo” en referencia al famoso personaje de las películas de Tarantino y Girauta un señor que se cree intelectual y que perdería en un debate hasta con Belén Esteban. La mayoría de su equipo son mequetrefes oportunistas. Flor de un día que sobrevive por un periodismo acobardado y unas televisiones dominados por aquellos a los que les interesa títeres políticos como C’s.
– Me sorprendió mucho en su libro su afirmación de que Albert Rivera no acepta hacerse fotos con quien no responda a un cierto canon de belleza…
Fue un episodio que sucedió en Leganés y que como contamos en el libro fue transmitido por uno de sus colaboradores. No sé si esta forma de actuar es una anécdota o forma parte de una categoría, del adn de Rivera o de C’s. En cualquier caso, choca mucho el perfil apolíneo de sus candidatos, e incluso se puede hablar de la búsqueda de “minisRivera” por toda España para clonar al propio líder. Ahí tenemos el caso de Ignacio Aguado, el portavoz de C’s en la Comunidad de Madrid, muy parecido físicamente y en postureo a Rivera antes de que tuviera ese magnífico renacer capilar en su cabeza.
– Uno de los dramas es que la alianza de CAPI-Tercera Vía tuvo el efecto de debilitar uno de los procesos más esperanzadores de renovación política como era el localismo. ¿Por qué pasó eso? ¿Y en qué situación se encuentra CAPI-Tercera Vía?
El egoísmo, el narcisismo, la exacerbada ansia por el poder, desconocer que la buena política hay que afrontarla como una maratón, enraizada en sólidos valores fue lo que caracterizó el papel de Cs en la relación con CAPI-Tercera Vía quien en su ingenuidad fue engañado y utilizado vilmente. En las europeas, fruto de ese acuerdo de colaboración suscrito entre C’s y CAPI, pusimos recursos económicos, avales, se hizo campaña, todo con el objetivo de fortalecer en España una opción que escapara del corrupto bipartidismo, apostando por la regeneración política que tiene su primera base de operaciones en el mundo local.
C’s destruyó como las peores termitas esos cimientos y, por activa o pasiva, hizo desaparecer el 90% de esos focos locales que demostraban con hechos que sí había esperanza y alternativa al PPSOE. Por fortuna, no pudieron con el principal partido que aglutina esa nueva forma de hacer política, con ULEG, Unión por Leganés, quien con 6 ediles y cerca de 20.000 votos se vio muy fortalecido en las últimas elecciones locales, derrotando con contundencia a C’s y su traición.
ULEG es un buen punto de partida para seguir apostando por esa regeneración de la forma de hacer política desde la raíz, desde los municipios que representa Tercera Vía.
– ¿Cuáles son, en su opinión, las relaciones de Albert Rivera y Ciudadanos con los oligopolios del Ibex 35?
Es una relación como la existente entre la hormiga y el pulgón. Es una relación simbiótica. En realidad, con el repentino auge y explosión mediática que se otorgó artificialmente a C’s confluyeron dos operaciones ya perpetradas en la reciente historia de España. Por un lado, C’s es el antídoto de Podemos, como en su época el PSOE fue insuflado por el PSD alemán e incluso servicios secretos para derrotar al Partido Comunista de Carrillo. Los poderosos han visto en C’s un instrumento claro y servil para este fin. Por otro lado, con C’s se reedita la operación Roca, aquella que en los 80 a través del Partido Reformista Democrático (PRD con figuras como Florentino Pérez), la banca y la oligarquía catalana quería tener influencia directa en las Cortes y el gobierno central.
– ¿Por qué hay tantos expulsados de Ciudadanos? ¿Por qué Rivera ha arrinconado las primarias?
Las fórmulas autoritarias del partido conducen a la doble reacción de protestar por parte del afiliado, militante o cargo de Cs y, por otro, a que la única respuesta que ofrezca la Ejecutiva sea la expulsión. Es el argumento de quien es sumamente débil. Usa la fuerza ante la falta de razones. La democracia interna es una farsa, las primarias un cambalache. Todo un gran trampantojo a mayor gloria de Rivera y su puño de hierro que en el libro hemos bautizado en un capítulo como “fascismo new age”.
– También en Leganés hay tela que cortar sobre Ciudadanos: candidato polémico, ahora tránsfuga, apoyando al equipo municipal socialista…
El cesto cuyos mimbres están corruptos será un cesto donde antes o después de desmembrarán las asas o no podrán depositar nada porque se romperá por su base. En Leganés, C’s traicionó los acuerdos con CAPI y el destino le ha dado un duro merecido, teniendo que soportar un caso de transfuguismo que avergüenza a C’s, al PSOE que es apoyado por él y a la ciudad en su conjunto. Creo que es un buen toque de atención para que el vecino sea responsable con lo que vota y sepa que elegir por modas, por la TV o por un candidato “guapo y con labia” al final tiene estas nefastas consecuencias.
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